miércoles, 24 de diciembre de 2014

El año del Caballo de Madera


En este año del caballo de madera, me he enfrentado a bestias salvajes, a cornamentas dobles y triples, a sueños proféticos, a luces y sombras, a crucifixiones diarias, a placeres sanguíneos, a tijeras inmisericordes, a poderes satánicos.

Los caballos que yo amaba eran uno blanco y otro negro, y al final he logrado montar el que me correspondía tal y como yo siempre había soñado: domesticando sin domesticar, salvajeando sin bestializar, siendo ígnea sin quemar lo bello, siendo mala con quien debía serlo.

Ahora soy experta amazona de pastos cuajados de estrellas y agujeros siderales.

He plantado cara a todos aquellos que me querían encogida y pequeña, esclava y maleable, achicada y empobrecida, opacada y titubeante. He rescatado a la niña que fui de su prisión del tiempo, de su parálisis milenaria, de su abandono y de su silencio perfecto. La he mirado a los ojos, la he arropado en mis brazos, le he dicho que estaré siempre a su lado.

En el año del Caballo, han corrido corceles bajo aguas transparentes, y me han perseguido grandes bestias reptilianas. No puedo expresar ahora el hondo respeto que siento por haberme congraciado con el mundo animal más oscuro y salvaje, lleno de arañas rojas y tarántulas enormes, de diplodocus furiosos y cabras con torso de macho.

En el Año del Caballo de Madera, he conocido a Belbecú. Y ya no le tengo miedo. Es más, somos buenos amigos. Le agradezco todo lo que me ha enseñado. Ahora soy Guerrera de Altos Campos.

En el Año del Caballo, he muerto varias veces, y el sufrimiento me ha provocado infartos. Mi corazón dolía casi al borde del colapso. He estado en cuidados intensivos, he recorrido muchas veces pasillos de hospitales: me ha visto el pneumólogo, el cardiólogo, el psicólogo, el psiquiatra, el especialista del Digestivo, el de los nervios, el de cabecera, el que me quería dar los últimos ungüentos.....he sufrido como jamás había sufrido, he perdido una y otra vez, he perdido y he perdido.....

En el Año del Caballo de Madera, con cada traición he hecho un juramento. Y me he comprometido, por fin, con algo que sí es eterno.

En el Año del Caballo he florecido en cientos de creaciones.

He sido traicionada por última vez por un hombre y por una mujer. Él decía amarme y ser yo; ella decía ser mi amiga y ser yo. Ahora son novios ellos dos. Se hacen llamar "prostitutos" públicamente.

En el Año del Caballo he descubierto mi poder. El poder real, ése que siempre busqué, y que siempre rechacé cuando no se presentó con respeto a los valores profundos que ahora sé, son míos. Y en ellos hallo mi paz y mi riqueza.

En el Año del Caballo me he convertido en la Amante y en la Esposa del más hermoso y real de mis sueños. Amante pasional y fiel, esposa amable y pacífica, artista genial de mi propia vida.


En el Año del Caballo, fue saqueado mi templo y robado su fuego sagrado. Tras múltiples muertes, ahora soy Maestra del Fuego y enemiga inmisericorde con los ladrones. Recompuse mi hogar y a mi criatura dañada, disparé contra los depredadores y maldije sus imágenes.


En el Año del Caballo he llorado lágrimas de sangre. He llorado hasta ahogarme, he llorado de pena, he llorado de miedo, he llorado de soledad, de difamación y de amenazas, de traiciones y de injurias, he llorado de falta de comida, de falta de recursos, de falta de familia.


En el Año del Caballo de Madera he amado con la profundidad de los santos campos. He encontrado tras las agonías la puerta del Cielo, y el filo fino por donde un maestro decía que era más fácil que pasara un camello, que yo encontrarlo. Tenía razón, y también en que era posible, no obstante, hacerlo.

Todo lo he perdido en el año del Caballo de Madera; todo lo esencial he ganado. El Caballo, me ha sanado.

Ahora distingo trigo de paja, malo de bueno, yo de no-yo, falso de verdadero, loco de cuerdo.

La paz que sólo el conocimiento de lo auténtico puede traer; la riqueza que sólo la apreciación justa de lo realmente valioso puede sustentar; los cimientos sólidos sobre los que se puede construir un verdadero hogar....todo eso he cabalgado, a veces salvajemente, otras en éxtasis, otras arrastrada, otras coceada, otras ojerosa, otras destrozada.

He sufrido demasiado. He saldado, del dolor, mi cuota.

Ahora no tengo nada, pero siento que tengo lo más valioso. Con la Cabra de Madera que viene, construiré mi vida de una manera dulcemente alocada.....equilibradamente desequilibrada. Fantásticamente realizada, sólidamente volátil, realistamente enamorada.




sábado, 6 de diciembre de 2014

Apocalypsis Now


Derrúmbense las últimas murallas al toque de esta trompeta,
y sea el final consumado,
y los inocentes hereden la tierra.

Sean las parejas que se aman, de nuevo reunidas,
y triunfe la verdad eterna de las tiernas criaturas.

Yo soy la que soy, y así dictamino:
que los limpios de corazón hereden mi huerta,
que quienes resistieron todos los dolores por mí, sean hoy redimidos.

Que la belleza del amor triunfe sobre el olvido,
y que los corazones que se anhelan y se aman,
vuelvan a vivir bajo un mismo techo,
bajo el dulce hogar tranquilo,
bajo la sonrisa sin máscaras,
bajo el amor que se hace dulce, dulce, cálido y pacífico.

Sean las pesadillas de odio
finalmente retiradas
de los ojos de los inocentes
que aborrecen la muerte y la espada.

Hoy se abre la puerta, la puerta tan añorada,
hoy podéis, amados niños, por fin,
por fin.....
volver a casa.