sábado, 12 de julio de 2014

Rain Man Blues


Baby, be my rain man
that I am dying out of hunger
baby be just quick now
or I will miss all of my kingdom,
or I will miss all of my kingdom...

Babe I can not wait
No, I can not wait no more

Baby, get the clouds steady
that the land is of you craving
and the seeds are about to crack out
for the long time missing water

Babe, I am serious now
Have I ever told you a lie?
Baby, be my rain man please
or we'll both die in the dream of our heart

Babe, the ground is ready
babe, the talent is out
babe, make your mind up quickly
or you and I will miss the chance...

Baby, I am sorry to say
bay that the time has come
if you are not by the door then
you'll loose me forever and from now on....

Babe, the time has come...
Babe, this time is now...

Babe, be my rain man....
and I will be your ever-lasting love.


jueves, 10 de julio de 2014

Cuando amé a Lucifer

Cuando amé a Lucifer, éste perdió su virulencia. Se mostró ante mí calmo y tranquilo, y abominando de aquellos que le asociaban a los rituales sanguinarios y al sacrificio de niños. Me hizo ver que en los míseros pulsaba la miseria, y que la vida era un baile de máscaras donde lo de menos eran las palabras.

Cuando amé a Lucifer, se convirtió para mí en un gran maestro. En el lado herido e incomprendido de la historia del mundo, en el reverso de la moneda, en la mano izquierda de Dios, en el error no perdonado.
Lucifer sólo quería amor.
Y yo se lo di sin miedo.

Y con ello, experimenté la más grande de las confianzas, el más tranquilo de los poderes, la visión más quieta, la fórmula demiúrgica más prístina y depurada.

Cuando amé a Lucifer, tuve que reconocer que él poseía una buena parte de razón, y que él también formaba parte de la experiencia, y que si había nacido de Dios, pues miembro esencial de él sería. Lo contrario, no cuadraba por ningún lado.
Así que me habló de cómo había hecho el mundo, y de su fórmula dual. Me pidió que no la revelara, y yo soy persona de palabra.
Si te interesa, puedes buscarle y conocerle por ti misma, enfrentar sus enigmas y tantear sus pruebas. No es un tipo fácil. Pero merece la pena.

Cuando amé a Lucifer, apareció un día y se sentó junto a mí en una cafetería de unas cuevas milenarias, y me habló con sosiego de los secretos del mundo. Descubrí la enorme belleza de su oscuridad, y le quise. Sentí compasión por él, y le quise. Y al quererle, hubo paz.

Cuando amé a Lucifer, le pregunté por los niños masacrados, y él me miró serio y me habló de la palabra ignorancia y de su consorte, el miedo.

Y entendí desde luego que no compartiera su fórmula existencial con nadie, porque yo misma había recorrido un largo camino para recibir la revelación, camino en el que muchos próceres y muchas víctimas estaban llenas de podredumbre moral y de avaras ínfulas.

Cuando amé a Lucifer, no hubo pactos de sangre ni firmas horribles de compraventa de mi alma, ni súcubos ni íncubos, ni guerras atómicas, ni conspiraciones, ni finales de nada.

Cuando amé a Lucifer, contemplé la belleza del mundo y le di las gracias. Me postré ante él en devoción y le di las gracias. Gracias, gracias, gracias.

lunes, 7 de julio de 2014

Blancanieves murmurando en sueños

No eres tú, soy yo.
Soy yo quien te inventa, soy yo quien te crea, soy yo quien te fantasea.
No eres tú, soy yo.
Soy yo quien te atribuye nobles rasgos, quien te imagina caballero, quien te mira en su propio espejo.
No eres tú, soy yo.
Soy yo quien te repara, soy yo quien niega la infamia, soy yo quien teje un cuento inexistente,
soy yo quien deshoja flores invisibles, soy yo quien te da cuerda, soy yo.

No eres tú, porque tú no eres amable ni dulce, ni noble ni cuerdo, ni profundo ni verdadero.
No eres tú, soy yo.
Soy yo, que aún camino por el desierto y alucino que eres quien no fuiste jamás,
soy yo que pinto un hombre increíble que no eres tú.

No eres tú, porque tú escupes y engañas, eres cobarde y ladino, eres mediocre y embustero.

No eres tú, soy yo, que tengo la necesidad de sentirme amada, de sentirme inocente, de sentirme segura,
de vivir en la belleza, de compartir los colores y su música, de derramarme en hermosura, de flotar en las aguas limpias....

No eres tú, soy yo.....
porque no fue verdad que uno éramos
porque no fuiste más que un sucio titiritero
amante de las cuerdas traicioneras
y los látigos de doble punta
asesino de psiques y de niños
barbazul desquiciado
loco de remate
belcebú rastrero.....

No eres tú, soy yo, que te pinto con trazos nuevos
hasta que te borre por completo
hasta que tu esbozo no sea perceptible
hasta que mis ojos se abran de nuevo,
pues dormida estoy sin estarlo
y soñando estoy sabiéndolo,
blancanieves paralizada
en un espacio yermo
sapiente de la mentira
alucinando recuerdos
esperando a que me levantes
convertido en lo que a todas horas sueño.

Mientras duermo, sueño que te espero.

No eres tú, soy yo.
Soy yo, que deliro en mi larga narcolepsia,
que prefiero soñar a despertar,
que prefiero tejer ausencias
en las tierras de Morfeo.

Soy yo, murmurando en sueños.