viernes, 18 de octubre de 2013

Tipología del Macho Man

A continuación, una relación de los tipos principales que podemos encontrar dentro del espécimen Macho Man (esperemos que en vías definitivas de extinción, y fuera del listado de especies protegidas por su valor histórico-ancestral):

1. Súper Macho Man: este modalidad se detecta a primera vista. El subespècimen Súper Macho Man parece sacado de un western clásico, una peli de mafiosos o sicópatas, o de una réplica neanderthal de algún libro de prehistoria (a menudo presenta una mezcla letal de todos los anteriores); mandíbula apretada, gesto adusto de tío súper duro, caminar semi-homínido, mirada lasciva y chulesca, escasas luces en la conversación (que se presenta llena de tópicos); y un piropeo básico y rudimentario de nulo refinamiento. Si la hembra pica, se lanza él en picado; amante de cero patatero, literalmente se pierde en las partes bajas de la mujer, y por lo general ni se entera de lo que a ella le pasa mientras dura el acto. Usa a la hembra a su gusto, la cela enfermizamente, o bien pasa de ella olímpicamente (aunque suelen ser cosas sinónimas en verdad), para finalmente desdeñarla cada vez más o maltratarla síquica o físicamente (a veces ambas cosas). Termina siendo desagradable, maleducado e insoportable; si hay suerte, nos lo quitaremos de encima con relativos pocos daños colaterales. Acaba abandonando groseramente a la mujer con la que ha compartido su "sacrosanta e inflacionada entrepierna".

2. Macho Man Promedio: parece un hombre normal, de mediana edad. No es llamativamente grosero ni llamativamente nada. Convencional, su machismo queda al principio convenientemente camuflado bajo las fórmulas sociales habituales y ambigüas. Conversación típica mediática. No es tampoco demasiado atento, pero se obsesiona adecuadamente con la mujer que le gusta dando una apariencia de tibio y temperado interés. Sexualmente grisáceo, casi parece que está ausente del acto. Con el tiempo, empieza a mostrarse antipático, desdeñoso, irritable e insoportable de una manera no histriónica pero constante, como el tormento de Tántalo. Aburre a una ostra. Incita al suicidio tonto. Semi-controlador, este tipo es anodino hasta para ejercer el control característico de un Macho Man. Con esta clase de Macho Man, no suele darse abandono, en todo caso alguna infidelidad ocultada, aunque la grosería acaba instalándose igualmente en su relación con la mujer con la que comparte su "excitante vida".

3. Macho Man Espiritual: éste es de los más peligrosos. Tiene el neocórtex a reventar de palabrería espiritual y ejerce el control a través de discursos metafísicos. Es tan mujeriego o inestable como cualquier Macho Man, o está tan confuso como cualquiera de ellos, pero este subtipo proyecta una apariencia de profundidad emocional que supone un auténtico descalabro para quien muerda el anzuelo. En la cama es intenso, buen amante, lo cual no hace más que agravar el embrollo mental de la hembra escogida. A menudo conquista a "su" hembra con elaboradas palabras chamánicas o angelicales, afirma ser el alma gemela o amor de todas las vidas o expresiones similares. Le da a la relación un toque "cósmico" y trascendente. Puede mostrarse fervoroso y devocional, pero sólo al principio y casi siempre únicamente en la cama. Se obsesiona con la mujer, la cela a grados de incoherencia demenciales; con el tiempo empieza a criticarla o desdeñarla, se muestra cada vez más insatisfecho, frío, distante u orgullosamente pasota, no se da cuenta en ningún momento que ninguna de sus metafísicas palabras coincide un pimiento ni con lo que dice ni con lo que hace. Para cuando la mujer se da cuenta de esto, el Macho Man Espiritual ya habrá abandonado groseramente, aunque muy trascendentemente, a la mujer con la que ha compartido "el alma".

4. Macho Man Romántico: el más dañino de todos los Macho Man; si se combina genéticamente con el Macho Man Espiritual, simplemente nos queda recomendar a la víctima que se encomiende a algún santo poderoso o a un buen sicólogo o abogado. Probablemente necesitará el auxilio de estas tres figuras de forma simultánea. No escatime, fémina destrozada, en recursos para recuperar su desvalijada salud mental. El Macho Man Romántico sabe cómo acaramelar a la mujer con hermosísimas palabras destinadas a hacerla sentir única, maravillosa y especial, y es un maestro en el uso de frases grandilocuentes extraídas de filmes románticos y de poesías de empalago vomitivo. Regala flores, invitaciones a cenar, a spas, hace regalitos, escribe cartas de amor o ejecuta actos heroicos de guerrillero del amor. Pero cuidado: una vez se lleva a la mujer al huerto, pronto empezará a mostrarse recesivo en sus detallitos, irán menguando las palabras agradables y enflaqueciendo los gestos heroicos. Paulatinamente, la dulzura verbal se irá trocando en leves quejas, críticas y desdenes in crescendo, hasta llegar a la ya archiconocida fase final de la relación con cualquier Macho Man: desprecios, celos compulsivos acompañados de un pasotismo y grosería proporcionales al nivel de celos y a su grado de demencia, para, finalmente, acabar abandonando groseramente (y por supuesto por culpa de algo indefinido que la mujer ha hecho o dejado de hacer y que ya no la hace merecedora de sus premios), cuando no atacando o tratando de lesionar, a la mujer con la que compartió su "corazón".

5. Macho Man Modernus: es éste un subtipo de reciente aparición que suele camuflarse en consignas alternativas tipo hippies, educativas, artísticas, culturales, punkies, seudoprofesionales o incluso terapéuticas. Tan cafre como todos los de su especie, es costoso de detectar bajo su extraña apariencia de culturilla y discurso de libertad. Este tipo va directo al grano, no se molesta en conquistar a la mujer, y, de tener que hacer algo para llegar a la cama, es probable que ni lo intente, pues la desidia y la pereza son sus rasgos más destacados. Bajo la banderita libertaria que enarbola sin mucha convicción el Macho Man Modernus, se esconde un auténtico muermo que es pura apariencia, laxo y deprimente, mediocre y gilipollas hasta un punto difícil de concebir. Las melenitas, rastas, guitarritas y colegueos cool que utiliza indistintamente el Macho Man Modernus, son meras tretas para inducir a pensar a la víctima en un divertido mundo creativo o ligero, sólo para desvelar, poco después del acto sexual, que estos espécimenes son tan obtusos e inseguros como los de cualquier otra categoría de Macho Man, y, lo peor de todo, es que estos Macho Man Modernus se encargan de asambleas de educación libre, cursos de masajes y actividades similares bajo las que se esconde su patético pasotismo hacia la mujer, sus ganas de destacar y mandar en algo como sea, y su consabido desdén, mala educación y burla hacia la mujer con la que han compartido "no-se-sabe-qué". Estos Macho Man ni siquiera se cabrean, montan números o pretenden nada; simplemente, te acaban abandonando groseramente, y punto. Y encima hay que ponerles buena cara porque están en el mismo proyecto mega-guay que tú o tocan en el mismo local o círculo de amigos, y, ya se sabe, aquí somos todos "mu modernos y respetuosos". Este Macho Man aprovecha la palabra "tolerancia" para cometer todas las tropelías insufribles típicas de un Macho Man y poder comportarse como un idiota sin consecuencias de ninguna clase para él, pues ya se encarga la tolerancia de hacerlo pasar inadvertido. Acaba abandonando groseramente a la mujer con la que, básicamente, no ha compartido nada.

Cuando sientas que es posible que un Macho Man haya aparecido en tu vida, recuerda que el placer es algo sencillo, y que si no existe naturalidad, franqueza, serenidad y una sensación de seguridad en el juego erótico, es que no vas por un buen camino. Intenta no dejarte atrapar por estratagemas grandilocuentes y ruidosas, ni por un excesivo silencio o recato, y recuerda que el mejor amor es aquel que deja un agradable y suave sabor en la boca. ¡Víctimas del Macho Man del mundo, oíd con atención!: alguna bronquita o crisis es normal, lo que hace el Macho Man, simplemente, no lo es, por mucho que trates de convencerte de lo contrario. Pero no te preocupes: si estás con un Macho Man, te garantizo que acabarás en el abandono, lo que no sé ya es si la patada te la dará en el corazón, en el Akasha, en la cuenta bancaria, en el facebook, o, literalmente, en el culo.

sábado, 5 de octubre de 2013

Economía relacional

Antes de nada, voy a hacerte una pregunta: si yo te pidiera que tiraras mil euros a un pozo, y que lo hicieras por mí, ¿lo harías? O si te pidiera que quemaras tus ahorros en una hoguera, sólo porque me apetece ¿lo harías? La respuesta es obvia, así que ahora tal vez te preguntes: ¿qué tiene que ver el dinero con mi relación contigo?
Verás, hace poco entendí las relaciones desde un punto de vista económico, o entendí la economía desde un punto de vista relacional. Una economía sana es aquella en la que hay un movimiento equilibrado entre lo que se da y se toma, o dicho de otra manera, entre lo que se produce y se consume, o, dicho de otra, entre la creación y la destrucción. Una relación sana goza de las mismas características: el equilibrio entre lo que las partes se otorgan mutuamente. Y al igual que si yo o un grupo gastamos más de lo que generamos, entramos en pérdida, ruina o bancarrota, igual pasa si en mis relaciones doy más de lo que recibo. Si tuvieras un negocio, supongo que no invertirías en productos de mala calidad o delegarías trabajo en personas que no cumplen sus pactos contigo. De igual modo, pierdo mi tiempo, y por tanto, mi mayor fuerza y riqueza, si accedo a seguir en relaciones que no operan con los mismos criterios de salud y transparencia que yo estoy dispuesta a dispensar. Es sencillo y claro.

He decidido no hacer negocios con quienes no cumplen plazos ni criterios de calidad relacional. He decidido ser una buena inversora, y conocer bien con quien me relaciono y en qué nivel de entrega y conciencia se encuentra la relación, sin tomármelo como algo personal, pues igual que no me gastaría el dinero en un coche que no funciona bien, no me voy a gastar la energía vital en una persona cuyo motor interno está averiado.

A tod@s nos ha pasado que hemos entrado a comer o tomar un café a algún sitio, y hemos recibido un mal servicio o incluso una grosería, o nos han cobrado en exceso, o, simplemente, nos han dado gato por liebre. Lógicamente, no volvemos a estos lugares. Y no les deseamos nada malo a los dueños del negocio, simplemente, no lo están haciendo bien. En la relaciones existen también unos ítems de calidad mínimos, y yo he decidido ser muy profesional y marcar mis propios estándares de calidad con el fin de vivir tranquila y eficientemente. Y al igual que compro un televisor, para enchufarlo y disfrutarlo y fin de la historia, me relaciono para lo mismo, para dar y recibir con claridad, eficiencia y compromiso saludable. Y no para perder mi dinero interior a saco roto. Y lo hago porque valoro muy bien la vida, el tiempo, la comodidad, la alegría y el sentir ligerito.

Mi economía se está saneando a todos los niveles, y no pienso dar más de lo que recibo, o dar de una manera desparejada.Se acabó la especulación relacional: yo invierto, y a ver qué pasa....No, sé lo que quiero y cómo lo quiero, conozco mis capacidades y voy a jugar al mismo nível, por amor a mí misma y lo que me rodea. Porque deseo buenos frutos, porque ya me he arruinado suficientes veces por ignorancia y falta de visión.
Y así la prosperidad podrá por fin encontrar su dulce hogar....ese en que sé que tengo libertad, espacio, fiabilidad, alegría y fluir. El resto de casas no son válidas para que yo viva en ellas, pues tienen muchas goteras y ruidos, enchufes calambrosos y demasiada oscuridad. Me gusta que las cosas funcionen rumorosamente, y no pasar la mitad de mi tiempo reparando circuitos cutres y desconchones perpetuos en las paredes. 

Mi economía está renaciendo con mucha salud, y espero que la tuya también. Y al igual que no invertirías en un negocio desfasado o ruinoso donde los pedidos no llegan a tiempo, las facturas no son claras o tus socios te hacen trampas, no creo que debas invertir en personas que no te hablan claro o te hablan mal o te dejan tirad@ o no te aprecian o tienen algún problema que no te corresponde a ti solucionar. It is just the way it is.