miércoles, 21 de enero de 2015

El pulso


No me importas lo más mínimo....

Te amo......

Voy a hacer que lo lamentes....

Estoy vacía......

Pagarás la traición....

Por favor, déjalo estar, déjalo estar ya...

No me rendiré a ti

Te deseo de una manera obsesiva....

Estoy cansada.....cansada de este pulso....

No dejo de pensar en ti....

Eres mía....no soy tuya....no te quiero.....estoy enloqueciendo....

Te detesto....porque me dominas.....te aborrezco....porque....

Tú ganas: ganas la nada.

Porque aquí no hay nada. Nada. Nada. Nada.

Me voy volando, con alas de mariposa.

Porque aquí, créeme, no hay nada......
en este hueco capullo, en esta reseca crisálida,
ya no hay nada.

sábado, 17 de enero de 2015

Confession about fusion


When you come back to me,
come back like luminiscent waves,
sweetly smiling,
peacefully breathing.

When you come back to me
come back remembering I have been bleeding too much time...

If you long for me the same way I do for you,
let us be calm, and make sure this time
disaster won't occur.

Because I can not loose you one more time...
I simply can not.

Because I can not be crucified once more....
I just simply can't.

I won't let you in easily,
I am going to make anything possible so you do not reach me,
although you are the only thing I love, the world that composes me,
you are my sun, my dream, my fountain of life and youth.

I am going to expell you fiercely
I am going to scare you off
I will be hard and cruel.

If you really come back to me,
come back to love and only love.
Come back to beatiful flowers on a tablecloth
to orchestras at night and amazing dancing
to sacred and burning sex
to a committment, the one you need to undestand and achieve by yourself.

I will never ever do you any harm
and you must not do it to me.

If you ever come back to me,
come back to the marvel,
or do not come back at all.

Because I do not need you to walk in beauty
and to talk to God.

But I do need you, my only beloved, because paradise is nothing
if you are not.


martes, 13 de enero de 2015

La Bella y la Bestia

Yo escribo por ti,
y bailo por ti,
y canto por ti,
y vivo por ti.

Yo respiro por ti,
y adelgazo por ti,
y pienso por ti.

Yo siempre te he llevado dentro,
siempre te llevo dentro,
siempre te llevaré dentro.

Yo soy de ti la luna, y su espejo.

Yo escribo para ti, para que veas mi alma
enrejada
tras las palabras
para que entre vocablo y vocablo
veas un microsegundo mi rostro
como en la propaganda subliminal.

Parece que te dijera: "Cómprame, por favor, cómprame.
Que soy una auténtica ganga".

Yo te llevo prendido desde siempre
como un fardo pesado,
me dijeron que al Paraíso
entraríamos de la mano.

Te he hecho hasta fotos
de tu cara de bestia,
como una sanguijuela,
siempre a mí pegado
cuando paseaba cual ángel
por las tierras del pasado.
Eres mi demonio personal,
mi ego martirizado.


Eres mi Belcebú, mi amado amo.
En cadenas me latigas, y me ciñes cinturones de castidad,
y me arrastras a orgías, y me asesinas.
Eres Barbazul, pero te sigo amando.
Eres mi captor, mi síndrome de Estocolmo.
Mi borrachera de pasión,
mi eterna película porno.

No tiene remedio este amor,
más que amarlo tiernamente,
tal y como se presenta ahora
desesperado y demente
imposible y sucio
pobre y hasta el infinito negado.

Yo no puedo dejar de amarte,
y eres el rostro que hay siempre detrás,
detrás de cada forma cambiante
de mi horrendo y fatídico Amado.

Como una condena inexplicable,
yo, te amo.

lunes, 12 de enero de 2015

Juego de Rol


En la inconmensurable burbuja blanca en que me encuentro, llena de bellezas luminosas y vacíos asfixiantes, juego con un cuerpo que es moldeable y que a su vez pareciera regido por inexorables leyes de podredumbre. Parece que soy capaz de creer cualquier cosa si me empeño, y que todos los empeños acaban en cualquiera cosa. No soy capaz de creerme nada, nada de lo que hago o digo. Tal vez por ello sea yo Suma Artista sin creación ni personaje público.

Y es que en todos los rostros me hallo, y sé que soy camaleón.

Y es que en todas las sensibilidades me siento, y lloro y río, y entiendo y nada sé, más que soy traída de un lugar a otro, y que no encuentro remansos ni paz, ni versión favorable, ni nada que se asemeje al brillo de un sueño que estoy harta de añorar, y que parece no se cumplirá jamás de los jamases.


Aburrida por sistema, pasional por defecto, silenciosa en la luz, fiera en los corredores penumbrosos, deseosa siempre de tu mirada, perdida y angostada, pobre y rica, libre y esclava, asocial y socializada, nada se mantiene más que una dulce estrella blanca, un sutil faro de luz, que me guía y me susurra y me anima a no perderme en estas fealdades, y me dice sueña, sueña, sueña; y yo sueño tan alto y tan hermoso que, cuando encuentro que en el suelo no estás, y caigo estrepitosa, maldigo el soñar constante que me compone, y vuelvo a volar de nuevo, alas que no acaban de mantenerse firmes, barcos que pierden el rumbo una y otra vez y en calas rocosas de sirenas nocturna zozobran, recuerdos que amenazan con no marcharse nunca, recuerdos habitados y poblados por mi una y otra vez, y un amor que no entiendo, y, lo peor de todo, que no existe.

Pues es fácil amar y apreciar la belleza, y entregarse y reir, y todo lo demás, escúchame, todo lo demás, puedes tirarle ahora mismo a la basura......puedes tirarlo ahora mismo, ya, a la basura.

Estoy cansada de carestías, y de harturas, y perdida, y llorosa. Me acuerdo todos los días de una casa con un piano de cola, y de alguien a quien amé mucho cuyo rostro no recuerdo, y de imágenes gloriosas.....voy a volverme total y definitivamente loca.

Loca de paz, loca de bien pensar, loca de música, loca de inocente, loca de espontaneidad, borracha de sencillez, millonaria de bellezas, rica de dulzuras y de risas profundas y de una gran familia humana, y feliz......

Me asfixio sin la bondad, me ahogo sin el recuerdo amable de ti. Si engaño es al final, que en mi mente sea el engaño de que no eras tú en realidad.......de que no eras tú en realidad.......gracias por todo, y que Dios te pille en paz.

domingo, 11 de enero de 2015

Celoso de sí



Amor, celoso estabas, celoso de ti mismo.
Celoso de ser el único.

Celoso de tu propia realidad.
Celoso de tus propias pertenencias.
Celos de tus propias esencias, de tus mismos sueños.

Amor, celoso eras de quien me rodeaba,
cuando que todo lo que me rodeaba era el amor que te tenía.

Celoso de mis ojos perdidos en el brillo de las estrellas,
cuando que por ti se encendían y existían.

Amor, celoso y rabioso estuviste de nadie,
pues nadie hubo en mí nunca más que tu propia imagen.
Celoso de tanta belleza, que no creías tuya en realidad.

Amor, celoso estuviste de tus propios tiempos verbales:
celoso de mi amor en el pasado, al que volé para recuperarte,
pues siempre en él estuviste: en mis años de niñez cuando quería llamarme con otro nombre,
cuando pinté el mar con acuarelas a los dos años de edad, y fracasé,
y decidí que no sería pintora,
celoso de haber sido tu novia siempre, en cada paso del tiempo, en cada rostro incompleto.
Amor celoso de un futuro inexistente, de un presente perenne y perpetuo de sí mismo.

Amor, has querido matarme y golpearme para que no te abandonara,
cuando que nunca me fui de casa ni tuve intención de hacerlo.

Amor que ha querido matarme para que le abandonara,
cuando que no me puedo ir de allí donde nada hay más que la vida que soy.

Celoso estuviste de tu propia adoración sin límites,
de tu misma faz divina.

Amor, te has ido a un desierto de ilusiones,
donde mora Satanás y todas sus tentaciones.
Cada fragmento soy yo, negada.
Cada esquirla de humo eres tú, negado.
Cada eón inmisirecorde somos nosotros, negados.


Amor, qué celos tuviste del Cielo...
cuando que vivías en él todo el tiempo....
en todas sus moradas, en todos sus conventos,
en todos sus silencios, en todos sus imposibles muertos,
en todos y cada uno de los rayos de sol que hubo y hay y habrá desde entonces,
desde los tiempos de la Fuente,
mi amor, mi amor eterno,
mi amor eterno........

Celoso del más magnífico de los sueños......
Celoso, celoso maestro....
Celoso Dios, celoso amor de mis agallas.

Mi Dios querido, mi niño, mi alma, mi negación,
mi sombra y su luz, mi reflejo brutal,
mi éxtasis.

Celoso estuviste si nunca he dejado de amarte
ni en cuerpo
ni en alma.

Celoso de la búsqueda de ti,
celoso de la nada.

Bendito seas, Sagrado Corazón de mis Mismas Entrañas.




lunes, 5 de enero de 2015

Los Reyes Magos ( Res Mistica)


Hoy vinieron los Reyes Magos, en una pequeña carroza, precedidos de antorchas naranjas y destellos dorados, de silencio y de belleza, de sencilla humildad, de delicadezas. Venían bajo la luna madura de rojo fuego, entre estrellas punzantes de luz diamantina, en medio de una desnuda humanidad y de niños inocentes, y de locos del pueblo que no lo están en realidad.

Un jardín vecino reventaba de dorados cerca de la Iglesia, y la alegría de este pequeño pueblo era bendita como el pan recién hecho, y danzarina, y burbujeante. Yo quería llorar de alegría, de un corazón que parecía ir a derretirse en un silencioso éxtasis sin nombre. Me he sentido tonta, tonta de sentir tanto.

En recogido silencio he subido la cuesta hacia la pequeña Iglesia, anhelando en mi corazón ser tu sagrada esposa, y llorando por dentro la belleza de los contornos de las piedras del muro que me limitaba el paso, su color opaco de ocre granuloso, el repicar de las campanas... y las dulzuras internas, eran tantas, que las lágrimas me corrían apenas visibles.

La mística era de pronto de una intensidad que me dejaba anonadada, pues nunca recordaba yo haber visto tanta y tan continuada belleza. Me he sentado a las puertas del lugar al que llaman de la Santísima Sangre, y todo lo he comprendido, sin comprenderlo. Y te he visto en el rostro del hijo del Hombre, y todo lo he entendido, sin entenderlo. En ese momento, me habría hincado de rodillas de tanta felicidad, de tanta preciosidad multilineal, de alegría por las lámparas de cristal resplandecientes, por el enorme niño Jesús al que el capellán levantaba con una sonrisa para que lo besaran los pajes, un niño Jesús igual al que yo tenía en la mesilla de mi cama cuando era niña, igual, pero mucho más grande. Como una Alicia en el país de las maravillas litúrgicas, caí rendida ante la estética católica, sorprendida por ello, temerosa incluso de la piedad que se despertaba, en un éxtasis tan dulce, que me acordé de mi hermana Teresa.

Me he convertido, parece, en una mística, en una enamorada continua y atontada, en una virgen que aguarda, en una inocente doncella, en una loca y total apasionada. No anhelo nada de este mundo, porque el mundo me ha negado, pero existía tanta riqueza en la ofrenda de los Reyes, que me he sentido completa, bendecida, pacífica y contenta.

Ligera he empezado a bailar bajo las luces, mientras comprendía el dolor de la Madre bañada en lágrimas ante la pérdida de su amado hijo, y el origen de la mentira, y su salida. Al mirar su hábito de terciopelo negro con estrellas doradas bordadas, me parecía un traje precioso para cantar una canción de las mías, y jugar con todo lo que ella me suscitaba. Yo reía, reía sencilla. Y hablaba con las señoras mayores del pueblo, y me sentía en familia. Y venía José María, alto y desgarbado, soltero y casi sexagenario, dirigiendo la banda circunspecto, y me daba cuenta de la sencillez de las personas que aceptan a los demás tal y como son, y el respeto que se le da al que en una ciudad no pasaría de ser un pobre loco abandonado, ése que aquí es el titular honorífico de la banda de la orquesta. Y veía al chico malo del pueblo, el denostado y endemoniado, con su cara de niño inocente, y su voz que tartamudeaba hace algunas tardes cuando hablaba con él bajo una luz dorada de tarde que cae. Lleno de temor y de delicadeza, lleno de ausencia de tener que defenderse y de sentirse malo y despreciable. No sé por qué, pero estas cosas me han hecho feliz. Oír la voz de este niño condenado, tan suave y tan delicada, ha sido como el más valioso de los regalos.

Han repicado otra vez las campanas, y el capellán me explicaba los mecanismos de la torre de la Iglesia. Dios Mío, qué hermosa realidad se me ha revelado entonces y ahora. Y es que volar es un acto de fe continuo, y no hay sabor más añorado que el del paraíso originario. Hoy he estado en él, porque tú estabas en mí, indubitablemente. Eres todo para mí, Amado entre los Amados. Y si el Cielo es esto, aquí te espero en silencio: donde Rosita se emociona como una niña porque su marido le ha regalado una muñeca bebé, que ella muestra al capellán preguntándole si cree en los milagros. Porque Rosita siempre quiso ser madre de una niña, y ser cantante. Está enseñando su muñequita a todos, emocionada, y dice que ha salido a ella y a su marido. Rosita es bella, e inocente, y cuando me enseña su muñeca, me pregunta si yo creo que algún día Dios hará un milagro, y si creo que lo que es plástico que no se mueve, algún día estará vivo como carne de su carne. La pregunta de Rosita es pura sabiduría, y me doy cuenta de cuán absurdas son las apariencias. Yo soy una especie de Rosita en realidad, soñando con hogares que no acaban de estar vivos, e hijos compartidos en inmaculada concepción contigo. Y en cantes, y en milagros escondidos que nunca se muestran ni se encuentran.

Claro que sí, Rosita, querida hermana mía. Claro que sí - le digo. Y  lo digo de verdad.

Yo creo que lo inerme puede cobrar vida, y que los sueños hermosos deben ser cumplidos. Yo creo que debo aceptarme así como soy, soñadora y dulcificada, católica incluso, qué más me da.

Me avergüenza decirlo, pero soy como una monja. Esperando al Amado, siempre velando, encendida de pasión, de alegría, de tontería, capaz de dominar bestias y mundos, y no importándome nada más que vivir el gran amor que te tengo, en carne y espíritu, por fin, realizado.

Yo nací para casarme contigo. Ya sé que suena absurdo, pero es que yo he nacido para casarme contigo.....casarme de casa, mi amor, de casa, de estar en casa, siempre, en casa, contigo.

Me siento ridícula, pero me sostiene sólo la esperanza de volverme una contigo. Algún día. Pronto.

Y hoy, vinieron los Reyes Magos, además........

domingo, 4 de enero de 2015

Inexplicablemente cierto



Es feroz a menudo, el cómo te echo de menos....
tanto tiempo después, tantas imágenes después....
no puedo remediar pensarte, a cada instante....

te veo en las flores, en las luces que cambian...
eres como el Paraíso para mí: lo más amado, lo más llorado,
lo más inalcanzable, lo más imposible, lo más soñado,
lo único natural, lo único.

Eres aquello que sólo parece lograrse con la muerte y con el descanso eterno de este mundo.

Y me queda una larga y horrible vida por vivir sin ti.

Así lo siento, y no puedo evitarlo. Eres sinónimo de gloria perdida.

Si me quedara un sólo deseo en este mundo, una última cerilla,
una última oportunidad de frotar la lámpara mágica de oro,
una última voluntad antes de expirar el último aliento,
una última palabra, una última carta a escribir,
una última bengala salvadora, una última oración a rezar,

sólo pediría volver a bienamarte, y que tú me volvieras a bienamar.

No deseo morir sin que eso pase.
No deseo existir si no te puedo amar.

Eres para mí como el pan bendito,
como de la tierra, la sal.


Vuelve a mí, querido mío......volvamos la historia a empezar....
con dulzura, con paciencia,
con perdones, con heridas,
sin ellas, a tientas, despiertos, en la luz de la mañana,
que se presenta vacía sin ti, sin tu cuerpo,
sin tu mirada, sin tu aliento.

Como mi amado eterno, yo te siento.