sábado, 29 de noviembre de 2014

Los malos hombres

 Mal hombre eres, que abandonas,
que no atiendes a tu mujer si enferma,
que la concibes como máquina de fabricarte descendencia,
y como tal maquinaria, la tratas y denuestas.
Más cuidado empleas en las ruedas de tu coche
que en atender a la que te amó
y amó al fruto de su vientre.

Mal hombre que amenazas con lesiones y asesinatos,
malo donde los haya,
rastrero, mentiroso y ladino,
infiel y calenturiento,
manipulador y enfermo,
drogadicto, ilegal y pendenciero,
que ganas tus partidas a base de debilitar a la madre que ama,
a la que todo hace y supera por dar amor y respeto a su criatura,
a la que con fiebre sigue cocinando,
a la que le duelen los huesos y el alma,
y trabaja fuera y dentro,
y pierde a sus criaturas por canallas
canallas de medio pelo que nada valen
que se cagan en la vida y la inocencia
que sólo piensan en su consumo egoísta;

Hombre malo y demente, cobarde y orate,
que por ti mi hijo y yo sufrimos y padecemos:
carestias, falta de nutrición, falta de amor, falta de sueño;
hombre amparado por una sociedad canalla,
mediocre, sin corazón, abaratada.....

Púdrete por siempre en el infierno,
y que la tierra santa no vuelva a conocer jamás
de las malas artes de quienes masacran la inocencia.
Tú no vives más en mí, ni mereces más sustento.

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