viernes, 20 de junio de 2014

Rebelde esclava

Y me dieron hilos de tristeza.
Me dieron los azules, los brillantes azules de la iridiscencia.
Me dieron plata y luz blanca.
Me dieron una celda inexpugnable, un cautiverio eterno.
Me dieron espejos, muchos espejos.
Me tocaron con la devoción, y me sellaron el corazón con un nombre de varón.
Me imprimieron surcos en los dedos, vinilos de música celestial que cantan cuando toco todo lo que toco.
Me dieron una pasión todoabarcante y un reverencia consanguínea.
Me dejaron sola mucho tiempo.
Me imprimieron un sello en la frente, una marca de agua celeste.
Me irradiaron con belleza, y quedé cegada por ella.
Me dieron un paisaje, una alta montaña inexpugnable donde todo lo veo, pero donde nadie parece verme a mí.
Me dieron brutalidad.
Y he tejido mundos desde entonces....
He tejido tramas y deshecho enlaces
He pespuntado corazones descosidos
He insertado pequeños diamantes
y opalinas, y zafiros, y rubíes y esmeraldas,
he imbricado finos hilos de oro y nácar,
he llorado muchas lágrimas, he vertido muchas aguas.
Mi creación es silenciosa y solitaria.
Y me dieron la llave de la Torre,
y quise salir a jugar y a reír,
pero soy criatura paria.
Soy criatura paria.

Y me dieron más tristeza.....azules y más azules....azules de agua.....
Y un día dejé la rueca,
y desde entonces, estoy parada.
Estoy parada, parada, parada.

Soy rebelde esclava.

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