Toma estas palabras como lo que son: nubes efímeras, formas variantes que se complacen en sí mismas, sin otra intención que la de jugar y pasar de largo, sin peso.Si quieres disfrutar de palabras que son nubes, yo las comparto aquí por el mero placer de compartir.
viernes, 8 de agosto de 2014
Muerte
Te he visto a las puertas de mi templo, donde guardo la inmutable brasa. Brasa que crepita silenciosa, a ratos casi apagada. He visto tu rostro: ¿a qué aguardas, caballero? "¿A qué aguardas tú, mi dama?"- pareciera que me contestaras.
No lo sé, querido hombre. No hallo en mí la palabra. Sólo sé que las puertas aún permanecen selladas.
Y en eso andamos, en larga espera. Larga espera de la nada.
La voz de nuestro espíritu permanece muda y callada.
Yo remuevo en silencio las ascuas. Son azul celeste y vibrante; muero cada vez que se apagan. Una llama diminuta aún se debate, cansada, muy cansada.
Se está extinguiendo, y ya empieza a cubrirme la escarcha. Tengo frío, la luz se apaga.... ya no puedo moverme, ya no puedo hacer nada. Voy a morir de nuevo, y ni siquiera me brotan ya las lágrimas. Es muerte fría, es muerte helada. Es muerte azul, y despiadada.
He dejado el bastón de mando con que removía las llamas, y me tiendo en el suelo, el suelo de mi estancia.
No quería morir sola de nuevo, no quería perecer enclaustrada....
Aún te veo, y mi corazón se desgarra.....
Mi último hálito es una luz, una promesa de luz dorada...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario